About un curso de milagros



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Los culpamos por tratarnos injustamente. Entonces estamos atrapados en un círculo vicioso porque la culpa no se deshace al proyectarla. Permanece en la mente y nos impulsa a encontrar continuamente situaciones y personas para proyectarla. Es por eso que nota un patrón en sus relaciones. Hacemos lo mismo una y otra vez esperando resultados diferentes. El Curso nos pide que aceptemos la responsabilidad por la elección que hemos hecho. Este es el proceso de deshacimiento que es la solución true a nuestro problema.

El dolor es el rescate que gustosamente has pagado para no ser libre. En el dolor se le niega a Dios el Hijo que Él ama. En el dolor el miedo parece triunfar sobre el amor, y el tiempo reemplazar a la eternidad y al Cielo. Y el mundo se convierte en un lugar amargo y cruel, donde reina el pesar y donde los pequeños gozos sucumben ante la embestida del dolor salvaje que aguarda para trocar toda alegría en sufrimiento.” (WpI190.8). ¿Por qué entonces lo querríamos?

Estamos «dispuestos», es decir, ejerciendo el poder de nuestra voluntad, sólo cuando elegimos aceptar la verdad acerca de nosotros mismos, y esta es nuestra salvación. El Curso distingue entre disposición y querer. Cuando elegimos hacer que el pecado sea authentic, creer la mentira del ego sobre quiénes somos en el sueño, estamos «queriendo» hacer una alternativa ilusoria a la Voluntad de Dios y defender este yo inventado. Este es el aprisionamiento de nuestra verdadera voluntad; así es como la negamos, y este es el origen de la percepción — vemos lo que queremos ver.

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El perdón es algo tan ajeno al mundo como lo es tu propia realidad.” (W.pI.134: 13,1,two,three). Y por eso se necesita una gran humildad para abordar el estudio del Curso, reconociendo que realmente no entendemos. Pero en ese reconocimiento radica la posibilidad de un aprendizaje actual. El perdón, tal como lo define el Curso, realmente no tiene nada que ver con la otra persona contra la que creemos que abrigamos un resentimiento. Pero tampoco tiene nada que ver con la persona que creemos que somos que parece estar abrigando el resentimiento.

P #twelve: «He estado estudiando el Curso desde hace algunos años, y como psicólogo me gustaría establecer un taller y/o grupo de apoyo para las personas que intentan vivir de acuerdo con sus principios. Mi notion es básicamente ayudar a las personas a ver sus proyecciones sobre los demás y luego hacer un esfuerzo en grupo para pedir ayuda al Espíritu Santo.

Las siete «reglas» para tomar decisiones no deben tomarse literalmente, sino que son útiles para recordar que la toma de decisiones «correcta» es un proceso. Es decir, aprender que tenemos una opción en cuanto a con quién tomar decisiones toma tiempo y práctica. Y la toma de decisiones «correcta» no significa necesariamente elegir a Jesús o al Espíritu Santo. Lo que sí significa, es que reconocemos que tenemos la opción de elegir a alguno de ellos, o elegir al ego. Como egos, realmente no tenemos ninguna motivación para elegir a Jesús o al Espíritu Santo, aparte del Curso que nos dice que nos sentiremos mejor si lo hacemos. Y esa no es razón suficiente para que los elijamos constantemente. Lo que «es» razón suficiente es tomar decisiones continuamente basadas en el Moi y tomar conciencia del costo de tales un curso de milagros preguntas y respuestas decisiones.

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Con la ayuda del Espíritu Santo, el cuerpo se convierte en un vehículo para aprender nuestras lecciones de perdón, en el contexto de nuestras relaciones con nuestros hermanos y hermanas, también vistos como cuerpos. Y continuaremos viéndonos a nosotros mismos y a todos los demás como un cuerpo hasta que el proceso de perdón sea completo y ya no tengamos ninguna culpabilidad en nuestra mente contra la cual necesitemos nuestro cuerpo como una defensa.

El Curso nos dice que la elección de alejarnos de la luz del Espíritu Santo en nuestras mentes, de desechar nuestra paz al negar nuestra unidad con Dios, precede a esa situación o interacción que parece causar nuestra reacción. La culpa y el dolor de esa elección son la fuente de lo que aparece como enojo, molestia o irritación. Luego ocurre una situación o una interacción con otra persona, que usamos para proyectar nuestra culpa, en forma de reacción, o como el Curso nos dice «una interpretación»: “Tal vez sea útil recordar que nadie puede enfadarse con un hecho. Son siempre las interpretaciones las que dan lugar a las emociones negativas, aunque éstas parezcan estar justificadas por lo que aparentemente son los hechos o por la intensidad del enfado suscitado. Éste puede adoptar la forma de una ligera irritación, tal vez demasiado leve como para ni siquiera poderse notar claramente. O puede también manifestarse en forma de una ira desbordada acompañada de pensamientos de violencia, imaginados o aparentemente perpetrados.

Si bien el Curso afirma la irrealidad del cuerpo y del mundo, en su mayor parte nuestra comprensión de esto será solo intelectual y no experiencial hasta el closing del viaje. Y este no debe ser el enfoque de un estudiante cuando intentamos poner en práctica los principios del perdón del Curso, o nos arriesgaremos a profundizar aún más en la negación sobre lo que está enterrado en nuestra mente inconsciente.

P #ninety: «Mis preguntas se refieren a la sección en el texto titulada «No tengo que hacer nada». Dice que una vida de contemplación y largos periodos de meditación dirigidos al desapego del cuerpo no es necesario. He estudiado el curso durante muchos años y he tenido momentos de gran paz haciendo las lecciones o leyendo el texto con una mente abierta y la disposición de escuchar. También he estudiado la meditación budista que está dirigida no al desapego del cuerpo sino a estar completamente presente.

Vale, pero ¿qué pasa si sigo siendo demasiado testarudo para creer y aceptar lo que realmente es lo mejor para mí en una situación en specific – no estoy listo para perdonar porque todavía quiero aferrarme a mi resentimiento contra ti para poder creer que la culpa está en ti y no en mí? Entonces querría al menos poder reconocer que todavía estoy identificado con mi Moi, donde mis «opciones» parecen limitarse a atacarte abiertamente en represalia o a sacrificar mi derecho a represalias en una fingida demostración «amorosa» de «perdón» (que sigue siendo un ataque). Cualquiera de las dos opciones reforzará mi culpa si actúo sin ser consciente de mi motivación subyacente. Por lo tanto, no se trata en absoluto de opciones diferentes, a nivel de contenido.

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